El estrés ambiental surge en los seres humanos debido a situaciones en el entorno que crean situaciones incómodas o amenazantes para una persona, los elementos o eventos físicos provocan respuestas que a veces pueden ser angustia o tensión. 

Asimismo es una respuesta de angustia frente a diferentes focos de tensión que están de forma relativamente continua en el entorno en el que se logra desenvolver alguna persona, para lo que se pueden tomar medidas importantes y disminuir este tipo de estrés. 

Si vives en una zona poco segura o consideras que el entorno en el que habitas no dispone de los diferentes elementos de seguridad y protección, es importante que te asesores con cerrajeros expertos y así te sientas en un entorno tranquilo y seguro. 

El estrés en líneas generales 

En la actualidad existen diferentes definiciones de estrés, una de las más comunes es que se trata de una reacción corporal ante una situación de desafío, esto logra provocar tensión física y emocional, la persona que la padece siente la necesidad de realizar acciones que lo lleven a su situación ideal. 

Para muchos expertos, el estrés no es algo negativo, este permite ofrecer una respuesta oportuna ante algunas situaciones, sin embargo, cuando esta situación de tensión permanece mucho tiempo si puede tener consecuencias negativas en el bienestar y la salud de las personas, en el caso del estrés ambiental suelen haber factores del entorno que se mantienen en el tiempo. 

Fuentes de estrés ambiental 

Los factores que generan estrés ambiental se les conoce como extensores, estos pueden ser grupales o individuales y se clasifican de diferentes maneras, las cuales mencionaremos a continuación:

Fenómenos cataclismos: son hechos súbitos y catastróficos que afectan a una gran cantidad de personas al mismo tiempo, estas pueden ser breves como quedarse atrapados en algún lugar o un estrés ambiental prolongado como estar en la cárcel por muchos días incluso años.

Estaciones del año y estado del clima: el tiempo puede afectarnos en diversas formas o intensidades a muchos individuos, en algunos casos puede provocar cambios significativos. 

Temperatura: los estudios actuales indican que en las épocas calurosas, las personas tienen una actitud hostil y agresiva, si la temperatura sobrepasa cierto nivel, el efecto puede revertirse.

Contaminación del aire: los altos niveles de contaminación condicionan algunas actividades al aire libre y causan estímulos sensoriales desagradables para las personas. 

Presión atmosférica: diferentes estudios afirman que la baja presión atmosférica tiene una gran incidencia en la depresión. 

Ruido: este es uno de los estresores más comunes en el estrés ambiental, los sonidos muy altos afectan la salud mental de forma directa, lo mismo ocurre con los ruidos molestos y repetitivos aunque estos no sean tan intensos. 

Hacinamiento: el estar conviviendo en un espacio con muchas personas puede provocar un gran estrés, de todas formas esto también dependerá de la percepción de cada individuo. 

En resumen, todos estos factores inciden en nuestros niveles de estrés y esto provoca respuestas físicas y conductuales, son elementos a considerar al momento de analizar y abordar el malestar que aqueja a una persona. 

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