Disfrutar del tiempo libre durante la tercera edad y la sabiduría de los años es una visión romántica de la vejez que no siempre es así, sin embargo, hay factores que afectan esta etapa de la vida, como la jubilación, la aparición de problemas de salud y la autonomía personal puede causar ansiedad y depresión. 

Se estima que la ansiedad durante la tercera edad afecta el 15% de la población, en la actualidad hay centros y profesionales que se abocan a aplicar tratamientos y estrategias para abordar la ansiedad en personas de la tercera edad, así como aquellos que padecen de demencia. 

¿Cómo se manifiesta la ansiedad en los adultos mayores? 

Cuando se habla de ansiedad, existe un tipo de ansiedad que es la adaptativa y es necesaria para que el ser humano pueda afrontar cambios o hechos puntuales que ocurren en la vida de una persona. 

En el caso de las personas mayores ocurre lo mismo, adoptarse a una nueva etapa de vida les puede generar ansiedad, el problema será cuando esta se intensifique y se prolongue en el tiempo, a continuación sus síntomas iniciales: 

Sensación de temor constante

Las personas mayores tienen una mayor percepción de miedos, si como más inseguridades, hay situaciones cotidianas que les preocupa mucho y que afecta notablemente sus actividades diarias. 

Ese miedo a que ocurra algo malo se instala en su presente de una forma alarmante que les provoca angustia y que puede afectar seriamente su estado de ánimo, además de dar lugar a una ansiedad que debe tratarse. 

Necesidad de realizar actividades 

No se trata de una hiperactividad propia de las personas que padecen demencia, sino la respuesta que muchas personas mayores tienen ante la ansiedad que les produce en la etapa de jubilación. 

La ausencia de rutinas laborales les puede generar un gran estado de ansiedad que lleva a personas mayores a ingresar a miles de actividades para evitar esa sensación de que no tienen nada que hacer, por lo que es importante saber adaptarse a los cambios de esta etapa. 

Aumento de los pensamientos hipocondríacos 

En la vejez existen problemas propios de la edad, pero a ello hay que sumar el miedo a enfermarse, muchas veces creen padecer enfermedades donde no existen y tienen que estar pendiente de cada síntoma que aparece en su cuerpo, esto puede empeorar los trastornos de ansiedad. 

No se puede evadir que debido a la edad la cercanía de la muerte puede jugar una mala pasada a nivel mental, por lo que puede incrementar la ansiedad, pero no es un tema de edad, sino de salud. 

Finalmente, es importante conversar frecuentemente con los adultos mayores, saber cómo se sienten, como se están adaptando a su nueva vida, es esencial reconocer cuándo estamos ante un problema de ansiedad crónico. 

Muchos profesionales indican que es recomendable que las personas que tienen familiares mayores estén atentos a su estado de ánimo y a evitar que se aíslen, es un tipo de observación tranquila y así notaremos si padecen de ansiedad. 

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